GilAventura 🌄

Santuario del Cristo de la Vida

En el pueblo de menor número de habitantes de la provincia de Albacete (Villa de Ves) se encuentra uno de los pocos santuarios españoles dedicados de forma particular a Cristo, y no como es más frecuente a su Inmaculada Madre, la Virgen María, bajo sus múltiples y ricas advocaciones.


La población apenas cuenta en la actualidad con sesenta personas, pero a este punto sagrado de la corteza manchega llegan como rosarios de almas cada 14 de septiembre, día en honor del Santo, docenas de fieles que acuden en peregrinación de los pueblos más próximos a Villa de Ves, y en mayor medida si cabe desde los municipios que forman el Valle de Ayora, para, además de los diferentes móviles personales, honrar con su presencia al Santísimo Cristo de la Vida. Por su parte, la imagen del Crucificado, venerada desde hace siglos, descansa en el santuario que lleva su nombre, una ermita sencilla erigida sobre un promontorio bajo el que discurre silencioso el río Júcar, y ubicada en el mismo borde del precipicio que perfila una de las caras del rocoso cañón, cauce natural del mencionado río.

La población de Villa de Ves se encuentra en el extremo nororiental de la provincia de Albacete, a 69 kilómetros de la capital provincial, y en tierras conocidas hoy con el nombre de La Manchuela. Es esta una comarca delineada por el abrazo de los ríos Júcar y Cabriel, entre los cuales se ubica la llanura manchega. De esta manera, La Manchuela comprende la citada llanura, el Valle del Cabriel y la Hoz del Júcar.


En los llanos se localizan Villa de Ves y los pueblos vecinos, Casas de Ves y Balsa de Ves. Sin embargo, la Villa se encuentra, más que ningún otro municipio inmediato, a las puertas de los agrestes barrancos que ha ido modulando a lo largo del tiempo el cauce del Júcar, más estrecho en este tramo, y asilo de espectaculares cañones naturales en gran medida vírgenes.

Villa de Ves, situada actualmente en el llano, se encontraba en origen en lo que hoy es conocido como el Barrio del Santuario, una agrupación de casas, casi en su totalidad deshabitadas en nuestros días, enclavado muy próximo al río y sobre el actual embalse del Molinar. En este emplazamiento singular se halla el Santuario del Santo Cristo de la Vida. Ermita que se remonta al parecer a principios del siglo XVI.

El Santuario del Santísimo Cristo de la Vida no se encuentra en el actual municipio de Villa de Ves, sino más abajo, en la primitiva población, en lo que hoy es el Barrio del Santuario. En este despoblado —que hoy está siendo recuperado lentamente por gentes apegadas a sus raíces—, además de las deterioradas murallas árabes, se alza un templo del siglo XVI, hoy ermita del Santo Cristo de la Vida, y antes Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. Templo dedicado al Santísimo Cristo de la Vida, en cuyo interior se conserva una imagen venerada tiempo ha, es de interés artístico excepcional, además de un espacio situado en un entorno de gran belleza paisajística, un epicentro de fervor popular y, por ello mismo, un pequeño tesoro de nuestro patrimonio sagrado.

        


El santuario se sitúa sobre un peñón partido en dos de complicado acceso. A un lado, viejos lienzos árabes derribados, testimonio de una antigua fortaleza. Entre sus muros caídos vemos hoy los restos de un olvidado cementerio. Al otro lado, la explanada y el santuario. En esta terraza se localiza la ermita, una cueva donde se encienden velas cada 14 de septiembre, y dos recientes construcciones.

El marco natural, por otra parte, imprime su sello particular en el alma de cada visitante. La silueta del santuario se recorta sobre un fondo cubierto de pinos y muelas que se extienden hasta donde alcanza el horizonte. En el profundo abismo la mansedumbre del río alivia la abrupta estampa del paisaje, muriendo aparentemente en el lago, que refleja destellos dorados y hechiza un ambiente cargado de milagros cuya fuente auténtica es el venerado Cristo que se hospeda en el santuario.

A finales del siglo XIX, Joaquín Roa y Erostarbe, cronista de la provincia de Albacete, ajeno todavía al proyecto hidráulico de El Molinar, describió el entorno del santuario con exquisita emoción y delicada prosa:
Pero lo que más llama la atención al viajero es el bello panorama, digno de la fotografía, que allí inmediato forman las ásperas quebradas del rio y que, como flexible cinta de plata, serpea por profundísimos valles, despeñándose en rumorosas cascadas por entre altos tajos verticales, coronadas en su mayor parte de una vegetación tan selvática que transporta los sentidos a las más bellas comarcas de la renombrada Suiza.


El aspecto exterior del templo es recio. Imponente. Transmitiendo, sobre la planicie del pequeño cerro en la que está enclavado, la solidez y la firmeza de un gigante. Pero sin resultar, por influjo del paisaje, un edificio pesado. A pesar de ello sus muros son macizos, ya que tienen que contrarrestar una serie de bóvedas góticas que ejercen de cubierta y transmiten su peso a éstos. Una sencilla torre a los pies del templo cumple también la función de neutralizar los empujes que soporta la nave central.

Fuente: Fragmento del libro La ermita al borde del abismo: Investigación sobre el Santuario del Santo Cristo de la Vida de Villa de Ves (Albacete) de Luis Segura. (Ver en Amazon)

0 comentarios:

Publicar un comentario

Plantilla -

Copyright 2017 Ayudadeblogger.com All Rights Reserved.





(C) 2019 Casas Rurales GilAventura